jueves, 26 de junio de 2014

¿Qué es lo que las mujeres quieren realmente del sexo?

Después de siglos de represión sexual tanto masculina como femenina, hoy en día, hablar sobre sexo ya no es un tabú. Sobre todo en el caso de las mujeres. Hoy en día, la mayoría de ellas (hasta el 97%), se sienten que pueden y se atreven a hablar más sobre los propios deseos sexuales. Además, hasta el 70% se sienten cómodas hablando de las posiciones favoritas con su pareja aunque un poco menos, el 64%, de sus fantasías.

En lo que se refiere a este último punto, el de las fantasías, la mayoría de mujeres considera que los hombres hablan más y sin ningún tipo de reparo sobre las propias. Según la terapeuta sexual, Alain Heril, "el inconsciente colectivo femenino ha absorbido la idea de que la fantasía es masculina”. La doctora añade que durante veinticinco años ha hablado con muchas mujeres que “aseguran no poseer ningún tipo de fantasía sexual”. Sin embargo, “las imágenes fantásticas están presentes en ellos, pero no dan el derecho de entrada".

Por su parte, la psicoanalista Sophie Cadalen comparte esta opinión y subraya que a menudo "las mujeres sobreestiman la capacidad de los hombres para hablar de sus fantasías”. ¿Es debido a este mito (la condición de mujer) que no llega que a través de la satisfacción sexual o que sus expectativas no se cumplan por completo?



Las mujeres quieren hacer más y mejor el amor

Como sostiene Platón, “las mujeres están lejos de alcanzar la bienaventuranza de la saciedad”. Una de cada cinco asigna una puntuación entre 9 y 10 (19%) a su placer, mientras que un tercio se muestra relativamente críticas, dándole una puntuación de menos de o igual a 6 de cada 10 (30 %). Curiosamente, ser una pareja o estar sola no afecta realmente la calificación.

La mayor proporción de mujeres (21%) le dan una puntuación de entre 9 y 10 si están casadas, y también son ellas las que distribuyen las peores calificaciones (que representan el 27% de los que asigna una puntuación entre 4 y 6 de cada 10).


Jugar con los códigos y los roles

La única dominación masculina en la relación sexual ha terminado, como lo demuestran las respuestas con respecto a las prácticas sexuales. En esta zona, de hecho, las mujeres parecen jugar más para cambiar los roles y jugar. Y el 81% no se avergüenzan de sus deseos. Sólo un tercio de ellas, les gusta ser dominadas durante las relaciones sexuales (33%), mientras que una de cada cuatro tiene el placer de dominar al otro (26%).

Este rechazo de una relación de fuerza unilateral también se encuentra en las preferencias en términos de posiciones. Si el porcentaje de mujeres que prefieren estar sobre su pareja durante el acto sexual sigue siendo alta (76%), son muchas las que al mismo tiempo prefieren estar debajo (68%), aunque sigue siendo ligeramente inferior. Esta diferencia de ocho puntos se debe principalmente a razones generacionales: las mujeres mayores de 60 años disfrutan de las posturas tradicionales, mientras las de 18 a 24 años juegan más fácilmente al dominante y dominado: al 70% le gusta ser dominadas y el 56% dominan.



Llegar un poco más lejos

Definitivamente este es el momento en el que los dictados contemporáneos finalmente menos libres y menos independientes. La sexualidad, y más el desempeño y ahora demuestran el poder del individuo. En el discurso de las mujeres jóvenes, por lo que es una cuestión de la sexualidad para la sexualidad, con el uso de las palabras a veces muy crudos o sin cuerpo, como alejarse.




jueves, 19 de junio de 2014

Complementos que visten y sugieren

Si uno da una vuelta por un sexshop cualquiera, se da cuenta de la cantidad de objetos que puede utilizar para darle vidilla a su vida sexual: consoladores, prendas de vestir, juegos de mesa sexuales, preservativos y lubricantes con efectos, disfraces, accesorios varios… Es imposible que no encuentres algo que te llame la atención y que te gustaría probar.

Una de las cosas más habituales es la ropa interior sexy. Hay mujeres que se la compran a espaldas de su pareja para sorprenderle, hombres que la compran como regalo (que obviamente él va a disfrutar como el que más) y también parejas que la compran juntos para elegir el conjunto que más les guste a los dos.


Pero la lencería no es cosa únicamente de parejas. Es posible que no tengas pareja o que si la tienes, no os entendáis demasiado en la cama. Si eres de esos a los que les va contratar de vez en cuando los servicios de una escort, también podéis disfrutar de ver a una mujer con la ropa interior más sexy.

Lo más elegante y sexy son los combinados de braguitas y sujetadores a juego con los ligueros que recojan unas sensuales medias. Sin embargo, no es todo; también hay otros detalles que pueden subir todavía más el tono de la velada.

Los adhesivos para los pezones tienen mucho juego y por su demanda, está claro que gustan. Los hay en forma de corazones, calaveras, X, estrella, flor, labios, etc., de diversos colores y tamaños. También los cubrepezones son muy sugerentes.

En cuanto a los disfraces, lo que más éxito tienen son los disfraces de criada, de hombre (con sus detalles sorpresa) para ella, las camisetas de leopardo, delantales con un dibujo de vagina incluida, bodys trasparentes, tangas de muchos estilos para él… Todo un derroche de fantasía para amenizar esos momentos más ardientes.

También se puede optar por utilizar únicamente accesorios: cascos de bombera, jarras de cerveza, bolsos, zapatos de tacón, calcetines sexys… Todo lo que imagines lo puedes encontrar en el mercado.

Además, si eres de esas chicas a las que les encanta bailar y quieres hacerlo delante de tu pareja o eres de esos que disfrutan de un buen striptease, también tienes a tu disposición todo lo necesario:  sombreros con purpurina, de pirata, medias de cientos de colores y estilos, zapatos, minifaldas, guantes a lo “Gilda”, varitas mágicas,  máscaras, esposas, tangas efecto neón con vibrador…