miércoles, 12 de febrero de 2014

Neologismos del lenguaje sexual

Es indudable que Internet ha revolucionado la manera de comunicarse y se ha extendido sobre todo a los campos más hedonistas para el ser humano. En especial, el sexo. Sólo hace falta investigar un poco en los principales buscadores de la red o en las redes sociales y nos daremos cuenta que las temáticas en blogs o Facebook y Twitter giran en torno al sexo. En estos espacios para dar rienda suelta a la fantasía o a la excitación personal, se explican técnicas para mejorar el acto sexual o experiencias de los propios bloggers aconsejando sobre las nuevas tendencias en la materia. Lo sorprendente de todo es que cada vez se comienzan a usar neologismos que vienen del inglés y que a muchos de nosotros se nos escapan. El primer ejemplo es la nueva tendencia que ha llegado a la alcoba de pocos y al cuerpo de muy pocas como pueden llegar a ser escorts de Barcelona: el vajazzling que es el arte de decorar con cristales o diamantes el pubis. Pero si lo que se quiere es llamar la atención más allá de los cristales en la intimidad, todos hemos tenido alguna vez la fantasía de practicar sexo en un lugar público, con el riesgo que conlleva que nos descubran. Pues sí, hay neologismo inventado, y se llama dogging. Esta práctica consiste en hacer sexo al aire libre donde al final pueden unirse más personas e incluso participar. Su derivada para la versión homosexual se llama cruising. Nuevas palabras que son novedad para nosotros simplemente en su pronunciación y no en su práctica, pues llevamos años practicándolas. Como son las relaciones precop, lo que comúnmente conocemos como “amigos con derecho a roce”, o el sexting, que es chatear intercambiándose imágenes y vídeos de contenido sexual sea por el móvil o el ordenador. La sexualidad en Internet continúa evolucionando al igual que los nuevos términos que usamos para referirnos a ellos. Pero como todos sabemos, para muchos las palabras sobran cuando de sexo se trata.